Asociació d'Amarristes del Raset de Dénia

¿ Tens un amarre de la Generalitat al Raset de Dénia i no eres soci? Contacta amb nosaltres: asociacionARdenia@gmail.com

LAS PRADERAS QUE SOSTIENEN LA VIDA EN EL MAR.

Las praderas que sostienen la vida en el mar Mediterráneo están conformadas principalmente por Posidonia oceanica. Esta planta, que no es un alga, forma unos ecosistemas singulares que únicamente se dan en algunas zonas del mar Mediterráneo. Son lo que se denomina en ecología comunidades clímax (estado más avanzado de un proceso de sucesión ecológica que ha llevado millones de años).

El equivalente a las praderas de posidonia en el medio terrestre son las selvas o los bosques autóctonos maduros. Su importancia ecológica está a la altura de otros ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, los bosques de laminarías o los manglares.

Las praderas que sostienen la vida.
Pradera de Posidonia oceánica en los fondos de “Les Rotes” de Denia.

¿Por qué debemos proteger las praderas de posidonia de Denia?

En la actualidad, y con la problemática medioambiental debida a las altas emisiones de CO₂, y en consecuencia el aumento de las temperaturas y la subida del nivel del mar, estas praderas son unas excelentes aliadas en la lucha contra las consecuencias del cambio climático.

Estos ecosistemas deben de ser especialmente protegidos en el presente contexto de crisis climática.

En este blog encontrarás otra entrada dedicada a estas praderas en la Marina Alta, y en El atlas de las praderas marinas de España, mucha más información.

Las praderas de posidonia son hogar y refugio de una gran diversidad de especies marinas. Brindan hábitats para muchas especies en todas las etapas de sus ciclos de vida.

Las praderas de posidonia capturan y almacenan grandes cantidades de CO₂. Esto ayuda a mitigar las consecuencias del cambio climático al reducir la concentración de CO₂ en la atmósfera.

Las praderas de posidonia retienen los sedimentos marinos al favorecer la captación y sedimentación de partículas, contribuyendo a la transparencia de las aguas.

Producen oxígeno a través de la fotosíntesis, lo que contribuye a la oxigenación del agua, crucial para la vida marina.

Las praderas de posidonia y sus arribazones de hojas muertas y acumuladas en las orillas, actúan como “arrecifes” protegiendo las playas de la erosión durante los temporales.

La disminución de la superficie de estas praderas o su desaparición de las costas de Denia dejará indefensas las playas ante los temporales como el producido por la borrasca Gloria en enero del año 2020.

Efectos de la borrasca Gloria en la costa de Denia.
Efectos de la borrasca Gloria en la costa norte de Denia en enero de año 2020.

Las praderas de posidonia contribuyen a fijar las dunas costeras y al abonado de los suelos próximos a la línea de costa mediante los restos de hojas muertas arrastradas por el viento.

Actúan como sumideros de nutrientes, ayudando a mantener el equilibrio de los nutrientes en el agua y previenen la eutrofización, (proliferación excesiva de nutrientes) que puede tener efectos negativos en los ecosistemas marinos.

Son un importante recurso turístico, ya que, contribuyen a la buena calidad y trasparencia de las aguas. Atraen a miles de visitantes interesados en la observación de la vida marina y la práctica de deportes acuáticos como el buceo o el snorkel.

Las praderas de posidonia son fundamentales para la pesca comercial y recreativa. Proporcionan hábitats y áreas de alimentación para muchas especies de peces y mariscos.

¿Qué es lo que hace especial a la Posidonia oceanica?

La posidonia es una planta acuática y no un alga. Es una monocotiledónea y, por tanto, tiene ancestros comunes con las gramíneas como el trigo, las cebollas, las palmeras, las orquídeas… Es una especie que evolucionó desde plantas superiores que desarrollaban su ciclo vital en tierra. Sufrieron el mismo proceso evolutivo que experimentaron algunos mamíferos hasta dar lugar a los cetáceos.

Como todas las plantas superiores, cuenta con hojas, raíces, flores, frutos y semillas. Las hojas son acintadas, de aproximadamente 1 cm de ancho y hasta 1 metro o más de longitud. Presenta rizomas muy lignificados (leñosos) de dos tipos: unos que crecen horizontalmente y de los que surgen raíces; y otros que crecen de forma vertical, acabando en haces que contienen entre 4 y 8 hojas.

Florece en otoño, sus flores son hermafroditas y se encuentran agrupadas en inflorescencias de unos 10 cm de longitud que surgen de la parte apical de los rizomas. Si las flores son fecundadas, al cabo de unos seis meses, se produce la maduración de unos frutos en forma de oliva.

Flor de Posidonia oceanica
Fotografía de Joan Costa para la web de la asociación “Salvem Sa Badia de Portmany” en la que se observan las inflorescencias.

La propagación mediante reproducción sexual es rara, y su crecimiento muy lento. Los rizomas crecen entre 0,5 y 1 cm/año en sentido vertical y entre 3 y 4 cm/año en sentido horizontal. Esto la hace especialmente vulnerable a los procesos de sedimentación intensa, pues puede quedar enterrada fácilmente. Tiene grandes dificultades para colonizar nuevas superficies o recolonizar superficies de las cuales desapareció.

Se distribuye en fondos arenosos y rocosos, entre 0,5 metros y una profundidad máxima que dependerá de la transparencia de las aguas. En las aguas de las Islas Baleares están presentes hasta 35 metros de profundidad.

La posidonia puede alcanzar elevadas densidades, más de 1.000 haces por m2, más de 8.000 hojas por m2, y en consecuencia, las partículas arrastradas por las aguas que precipitan sobre las plantas, van quedando atrapadas y rellenando los intersticios del complejo entramado de rizomas y raíces hasta formar un sustrato propio, muy compactado y muy duradero.

El proceso descrito da lugar a depósitos milenarios, que en el caso de nuestras costas pueden alcanzar más de 5.000 años de antigüedad. Estos depósitos de materia orgánica y sedimentos pueden alcanzar varios metros de altura sobre el sustrato original. Crecen en altura a un ritmo de entre 10 y 18 centímetros cada 100 años. Este proceso de captación, fijación de CO₂ y crecimiento vertical es muy similar al que se produce en las turberas por el musgo Sphagnum.

La creación de un ecosistema basado en praderas de posidonias requiere millones de años. Son ecosistemas clímax que han requerido de miles de sucesiones (pequeños y graduales cambios en composición y estructura a lo largo del tiempo). Con cada sucesión se incorporaron nuevas especies, evolucionaron las presentes, se establecieron nuevas relaciones entre las presentes, se modificó el medio y se favoreció la incorporación de nuevas especies o la desaparición de algunas de las presentes.

En las comunidades clímax de posidonia, la competencia por los recursos y los sistemas depredador/presa hacen que las especies que las habitan estén altamente especializadas, adaptadas e interrelacionadas. En ellas se hace una gestión muy eficaz de los recursos disponibles, por lo que la biomasa total que soportan está próxima a la máxima y, por tanto, no experimentan grandes variaciones en cuanto a esta mientras no varíen las condiciones ambientales.

Sarpa salpas sobre pradera de Posidonia ocanica.
Banco de Sarpa salpa pastando sobre Posidonia oceanica en “Les Rotes” de Denia.

Pero que las comunidades clímax sean altamente estables en cuanto a biomasa y diversidad de especies no implica necesariamente que sean comunidades estáticas, por el contrario, las comunidades clímax son muy dinámicas y experimentan cambios continuamente. Algunos de esos cambios se producen en el comportamiento de las especies que los habitan de manera rítmica, siguiendo principalmente patrones astronómicos como el día y la noche, los cambios de estación, o los cambios debidos a la posición relativa de la Luna. Otros cambios son lo que se denominan fluctuaciones, presencia o no, o cambios importantes en el número de individuos. Un buen ejemplo de fluctuación lo constituye las variaciones que experimentan los bancos de medusas, los cuales no se presentan todos los años en las mismas cantidades ni son siempre de las mismas especies.

Las praderas de posidonia son muy estables, están perfectamente adaptadas a las variaciones estacionales de luz, temperatura y nutrientes, pero, son muy poco tolerantes a las variaciones de salinidad y a las perturbaciones causadas por la acción del hombre.

Desde nuestra asociación queremos hacer una llamada a la conservación de estas plantas y pedimos a nuestros socios y socias una actuación a dos niveles, la primera sería evitar anclar sobre estas praderas y la segunda sería concienciar a la ciudadanía, siempre que tengamos ocasión, sobre la importancia de esta planta en la conservación del ecosistema marino y en la protección de la línea de costa.

Desde la Fundación Oceanogràfic, La Ciutat de les Arts i les Ciències y Banca March se ha puesto en funcionamiento una aplicación móvil gratuita para ayudar a proteger este ecosistema, uno de los más amenazados del planeta. La app móvil está disponible para dispositivos IOS y Android y tanto su descarga como su uso son gratuitos.

Saber mucho más sobre ecosistemas marinos.

Si queréis saber mucho más sobre los ecosistemas marinos os recomendamos el portal Región de Murcia Digital donde en el apartado Ecosistema Marino, encontraréis contenidos sobre el mar en general y especialmente sobre la costa sureste del litoral español. De manera sencilla, pero de forma rigurosa y bien sistematizada, Juan Carlos Calvín describe los muchos factores que intervienen en los ecosistemas marinos.

Portal de la Región de Murcia digital.

“Bon vent i barca nova”

Siguiente Entrada

Anterior Entrada

2 Comentarios

  1. Teodoro Perea Fernandez abril 11, 2023

    Me parece perfecto que se cuide y se vigilen las costas por su inmensa riqueza.
    y de las construcciones de viviendas a lo largo de toda la costa de Denia y otras zonas porque no se cuido y vigilo igual?

  2. Marisa Gomez almendro abril 11, 2023

    Una maravilla que tenemos qué cuidar, cómo todo respetando la naturaleza.

Dejar una respuesta

© 2024 Asociació d'Amarristes del Raset de Dénia

Tema de Anders Norén